¡Buenas!
La sombra de la mudanza se cierne sobre mis potingues, lo que implica que tengo que gastar productos lo más rápido que pueda. Y eso hace que el cajón de los acabados esté constantemente abriéndose para recibir nuevos productos y para ir sacando mercancía que fotografiar, comentar y tirar para siempre.
Aquí tenéis un ejemplo de envases que van a pasar a mejor vida, no sin antes someterse al juicio final.